Cuando conocí a tu papá las cosas se dieron bastante rápido. Él no dudó en besarme casi en el primer encuentro y a partir de ahí no nos separamos. Y así como fue de rápido el beso, lo fue también el irnos a vivir juntos.
Disfrutábamos y compartíamos mucho, y nos animamos a hablar sobre lo lindo que sería buscarte y formar nuestra propia familia bastante pronto.
Fue entonces que decidí ponerme a estudiar Grafología con el objetivo de tener algún recurso económico que me permitiera dejar de trabajar en relación de dependencia y ser mamá full time para vos.
Casi al año de estar estudiando , ya te pensábamos cada vez más y estábamos a punto de emprender tu búsqueda.
En ese entonces tu abuelo Antonio, el papá de tu papá, estaba enfermo, y tu abuela Lucía, la mamá de tu papá, no se movía de su lado. Hasta que un día recibimos la dolorosa noticia que tu abuela Lucía había fallecido. Era algo que no esperábamos y fue muy triste para todos, pero sobretodo para el abuelo Antonio. No había consuelo para él, se había quedado sólo. Fue entonces que con tu papá decidimos dejar nuestro depto en Capital y mudarnos a Suárez con tu abuelo, para cuidarlo, contenerlo y animarlo.
Para ese momento decidimos suspender la inminente búsqueda, ya que no era un ambiente propicio para concebirte, y por más que todos le poníamos onda estábamos muy dolidos.
A los 7 meses Antonio fallece y acá nos quedábamos con una tristeza enorme.
Iba a llevar tiempo reponerse, así que por más que te necesitábamos más que nunca, sabíamos que teníamos que esperar. Además ya estaba por recibirme y tenía que enfocarme en eso.
Casi tres años después, y más unidos que nunca (porque si hay algo que nos dejó ésta experiencia es que nos afianzó aún más como pareja, fue como agarrarnos fuerte de la mano para no soltarnos nunca más) empezamos a pensarte y con todo el amor del mundo te concebimos.
Llegaste a nuestras vidas después de tanto desearte y nos aflojaste las piernas, porque creímos saber más o menos de que se podía tratar esto de ser padres, pero no, no teníamos ni idea.
Nos hacés tan felices y sos tan hermoso hijo…
Si decimos que te amamos nos quedamos cortos ¿Existe amor más gigante que éste? No lo creo…
Ahora Mati, vos sabés cuanto te deseábamos, cuanto te esperábamos.
Vos sabés que a veces hay desencuentros, pero cuando hay un encuentro de 2 almas, traen luz… : )